Década de 2000
Con estas
experiencias, recursos y reconocimientos en el entorno artístico nacional, para
la primera década del siglo XXI Suárez dio el paso que faltaba para proyectar
su trabajo personal y en 2001 abre su primer proyecto galerístico, la Galería
Kulpis, en un pequeño local ubicado en la planta baja de la antigua Torre Ericsson (hoy Sudeban), Edo. Miranda.
No fue suficiente y al
año siguiente concentra taller y galería en un sólo espacio físico: la Quinta
Veneyork, de la urbanización Alta Florida. Allí establece la Galería Punto
& Línea, abriendo exhibiciones no sólo de su propia obra sino de otros
creadores.
Para adecuarla como espacio expositivo inicia la remodelación de esta vieja casona residencial estilo vizcaíno incorporándole las que serán sus primeras intervenciones arquitectónicas, con su propia perspectiva estética. Realiza puertas, cerramientos, vitrales y columnas que son pìezas únicas de alta factura, con materiales como hierro y madera pui pui. Los exquisitos diseños llaman la atención de visitantes que lo solicitan para desarrollar numerosos proyectos arquitectónicos en residencias y oficinas, tanto de Caracas como de otras ciudades del país.
En el año 2005 funda el Centro de Arte Daniel Suárez, organización sin fines de lucro con la cual contribuirá a la promoción y difunsión de las artes plásticas venezolanas, tanto organizando exposiciones como realizando y patrocinando la realización de obras y proyectos de grandes Maestros de la plástica nacional como Lía Bermúdez, Ángel Hernández, Julio Pacheco Rivas, Octavio Herrera y Juvenal Ravelo. Todos ellos formaron parte de la exclusiva cartera de esta institución, permitiéndoles gozar los beneficios de un modelo de negocios concebido por Suárez, dirigido a estimular la creación de sus obras inéditas.
Pese a su atribulada agenda, Suárez no perderá su norte como creador y seguirá desarrollando su propuesta. Sus obras de esta etapa concentran sus preocupaciones plásticas ya presentes en su trabajo pictórico. Muchas piezas incluso cuentan en su superficie con intervenciones subsidiarias al formato bidimensional, otras son filiales de algunos elementos que aislados pueden apreciarse en sus cuadros. En todo caso la exploración del volumen siempre estuvo presente en su obra anterior y llegado el momento de evolucionar, el primer paso es ergirse. Ésta será la primera etapa de su escultura.
"Romeo y Julieta" de Daniel Suárez, una de sus piezas más emblemáticas de éste década de 2000, porque en ésta resume el acumulado de conocimiento técnico y de sofisticación de su lenguaje plástico aplicado a la escultura de grandes escalas, pues mide 400 x 200 x 140 cmts. Archivo personal.
Con obras de sus artistas exclusivos, como Lía Bermúdez y de otros creadores como Oswaldo Subero, José Campos Biscardi, Julio Pacheco Rivas y Erasmo De Zotti, Daniel Suárez con su Centro de Arte, participó en la apretada agenda de eventos del mercado del arte nacional. En esta foto está en la inauguración de la Feria del Arte de Puerto Ordaz del 2008, el cual además marcó el inicio de su amistad y colaboración con el Maestro Juvenal Ravelo.