Claves para apreciar el arte de Daniel Suárez

ALGUNOS CONCEPTOS

Para gozar la experiencia de contemplar una obra de arte, bien sea escultura o pintura, no hace falta más que abrir los sentidos y dejarse llevar por la intuición y nuestra curiosidad. Eso es lo básico y vale introspectivamente para satisfacer el deseo de percibir algo que nos genera sensaciones particulares, o extrospectivamente para sentirnos integrados a un colectivo que por diversas razones se identifica con una propuesta plástica. Sin embargo, una opción para el autoconocimiento es nutrir el
 marco empírico con herramientas conceptuales, que para el caso de la obra de Daniel Suárez se puede resumir en tres conceptos claves que desarrollamos a continuaciónAbstraccionismo, Informalismo y Abstraccionismo Geométrico, 

ABSTRACCIONISMO

Éste término se refiere a la corriente artística que se formó entre las últimas décadas del siglo XIX e inicios del XX en Europa, por pintores y teóricos que reaccionaron contra los aspectos formales del arte figurativo occidental convencional, buscando integrar la emotividad, el sentido rítmico y cierta noción de pureza geométrica al lenguaje, la composición y la materialidad del oficio pictórico o escultórico. Que la figura geométrica, que el color, la luz y los trazos se expresen y sean apreciados por sí mismos sin atenerse a ser meros reflejos de la realidad visible, es la búsqueda que impulsa al abstraccionismo como propuesta plástica. La representación fiel de la realidad ya no es suficiente para expresar el espíritu de los tiempos. Los avances de la ciencia, la tecnología y del autoconocimiento filosófico nos exigen como especie humana integrar realidades en toda su complejidad y singularidad. El abstraccionismo abre camino a fronteras inimaginables que aún hoy siguen expandiéndose como espacios de expresión para la creatividad. Como cualquier otro creador, el artista abstracto está comprometido consigo mismo a encontrar su código expresivo, su lenguaje distintivo; no contará con la realidad más que como referencia tangencial y su capacidad comunicativa estará supeditada a su manejo instintivo de la esencia conceptual y no de la materia visible. En Daniel Suárez está presente esta condición en su compromiso con el volumen, la luz y el espacio, es decir, conceptos abstractos que explora y forja en su interacción con el hierro, la madera o cualquier otro receptáculo material que escoja para trabajar.


Daniel Suárez retratado en esta foto con su obra "Fuera del Tiempo", año 1984. Archivo personal.

INFORMALISMO

Se nombra con éste término aquellas manifestaciones de las artes plásticas que sin obedecer los límites convencionales entre pintura, escultura o cualquier otra disciplina artística, integra a su realización materiales, herramientas y procesos que no corresponden a la tradición y costumbre, según lo usualmente establecido. A diferencia de otros, éste movimiento artístico busca estimular los sentidos del espectador, el del tacto, generalmente, aplicando sobre los soportes, materiales u objetos que complementan la pintura, el color y el trazo en la composición, invitando al espectador a cuestionarse la frontera entre el artista, su obra y las referencias experienciales que lo rodean como persona común, porque de lo común puede crearse arte. En ese sentido, el informalismo no se limita a lo meramente objetual, sino que trata al sujeto (espectador/artista) no desde la palestra de un héroe, de una personalidad que destaca por encima de los demás, sino que más bien ignora el carácter épico de las narrativas clásicas y plantea que lo digno a retratar está al alcance de cualquiera, de todos. Aun cuando la improvisación y el azar son algunas de las principales características de esta corriente artística contemporánea, Daniel Suárez integra a sus composiciones materiales como el hierro, piedras, arena y cuerdas, entre otros, estudiando muy bien el efecto que desea lograr. Suárez no deja lugar al espontáneo desenvolvimiento de los materiales, porque los conoce muy bien y sopesa sus valores intrínsecos en interacción con el soporte, el color, la luz y el volumen. Incluso en sus obras tardías dentro de esta corriente (años '90 y 2000), el artista perfora el soporte, lo corta y cose buscando perder densidad y abrir campo a la luz.

                                 
En esta pieza de 2009, una de sus últimas pinturas informalistas se pueden apreciar la hendidura cocida de la parte superior, la transparencia rectangular del centro y los surcos seriados que cruzan el ecuador del cuadro, tres elementos que destacan en las composiciones de Daniel Suárez.

Es decir que el informalismo permitió a Daniel Suárez expresar con libertad su dominio de los materiales hasta que la misma apuesta por la escultura colocó el hito fronterizo hasta donde pudo llegar con su experimentación informalista. La carga gestual que Suárez aprovechó al máximo de esta corriente se tradujo a otros códigos buscando armonía, la cual encontró en la geometría.

ABSTRACCIONISMO GEOMÉTRICO 

Aunque la geometría per se es una de las bases de cualquier manifestación artística, existe una corriente de abstraccionismo que se distingue por explorar las cualidades plástica de las formas geométricas en su estado puro, no referencial. Es decir, que las formas geométricas cuenten como valores por sí mismas, antes que representarse como estructuras referenciales de objetos concretos. Para este movimiento plástico, las figuras geométricas en su estado abstracto incitan los sentidos, la sensibilidad y provocan al espectador determinados estados de conciencia sin necesitar el anclaje con representaciones contextualizadas. Para Daniel Suárez la geometría fue un natural paso evolutivo de lo que venía desarrollando desde su singular modelo  informalista. Dominada la materia, Suárez escogió mover su interés hacia la pureza del contorno, del trazo y de su comportamiento con la luz, con el espacio y el volumen, sus principales preocupaciones estéticas. En muchos de los elementos que caracterizan su composiciones se puede apreciar este tránsito, como el caso de sus habituales transparencias geométricas presentes en su pintura informalista, que en las esculturas de la década de 2000 se convirtieron en cortes, surcos y endiduras angulares, simétricas. Lo mismo pasó con los surcos o líneas seriadas, tan constantes en sus cuadros de los '80 y '90 y que evolucionaron a los capilares o filamentos presentes en sus esculturas e incluso en su arte utilitario. La geometría le permitió a Suárez desnudar la materia y centrarse en lo esencial de la forma: su trazo, su contorno. 

                     

Detalle de "Un Cubo en el Cuadrado" de Daniel Suárez que resume sus principales preocupaciones estéticas y cómo las aborda. Cortes angulares y contornos marcados, formas geométricas simétricas, volumen y espacio. Archivo personal.

MORFOLOGÍA

ACABADOS

En la obra de Daniel Suárez es evidente la necesidad de mostrar la versatilidad de los materiales seleccionados para integrar la composición, con el dominio de las técnicas adecuadas puede maximizarse la calidad del tratamiento que de acuerdo a cada caso busca un efecto determinado. Como el resto de los elementos que componen a una obra, el acabado de las obras de Suárez ha variado en el tiempo, explorando todas las posibilidades plásticas que para su fin dispone cada material seleccionado. Desde las texturas áridas densas y multicolores de las obras de la década del '70, hasta el acabado industrial, frío y sofisticado de las esculturas del 2010, sin olvidar los acabados oxidados de muchas de sus piezas de arte utilitario. Para lograr cada una de éstas variaciones, el artista ha experimentado con diferentes técnicas y materiales, hasta lograr el punto buscado. Los entusiastas y coleccionistas han valorado este desempeño y Suárez ha marcado su impronta en la escultura abstracta venezolana por sus acabados y técnicas tanto como por su estilo y lenguaje.

"Entre Plata y Rojo" obra de 2006 de Daniel Suárez, una de las variantes del uso del hierro: esmerilar la superficie para explotar sus posibilidades reflectarias y preservar su natural acabado metalizado con una capa de transparente que impida su oxidación. Archivo personal.

- Técnicas y materiales: versatilidad técnica, colores, ductilidad del hierro.

- Sus nombres y sentidos:  los referentes socioculturales, el paisaje, temas ecopolíticos, indianidad.

TEMAS

LA FAMILIA

Daniel Suárez ha comprometido mucha de su creatividad en obras dedicada al núcleo familiar, obviamente no es el primer escultor abstracto que se inspira en ese tema, pero es significativo desde el ámbito nacional, pues son numerosas y de diversa cualidad las piezas que ha titulado como Familias, variando en material (las ha hecho en bronce, hierro y madera) y en escalas (desde piezas pequeñas hasta formatos tamaño natural y de cinco metros). Como el artista comenta "siempre he hecho incapié en la familia como ejemplo del apoyo 
mutuo y conciente del peso que para el inconciente colectivo venezolano tiene el núcleo familiar, es natural que el tema sea objeto de mi atención". En ese sentido resulta interesante su solución plástica: los conjuntos escultóricos presentan elementos erguidos, claramente distinguidos en sus sexos y ubicados desde una jerarquía tradicional. Los recursos expresivos se limitan a formas geométricas básicas, sin detalles que saturen el contorno puro, que de eso trata su planteamiento en vez de un mero retrato para adivinar quién es quién en la representación.


"Familia" de Daniel Suárez, obra en madera de algarrobo con pátina de aceite quemado.
Foto de Kairo. Archivo personal.


Otra "Familia" de Daniel Suárez, esta vez un vaciado en bronce con pátina verde.
Foto de Kairo. Archivo personal.


A diferencia de la pieza anterior, ésta "Familia" de Daniel Suárez, aunque también es en madera, cuenta con un acabado satinado logrado con acrílico automotriz. Archivo personal. 

LA MÚSICA

Otro de los temas recurrentes en las esculturas de Daniel Suárez es la música, disciplina artística a la que ha dedicado muchos trabajos y que habla de su muy arraigado carácter melómano. "Para mi - asegura el artista - la música es inspiración, suelo trabajar acompañado de mi selección musical favorita. También es terapia porque me permite destrabarme de la cotidianidad para enfocar mi creatividad. Además es buena compañía ya que la música me sirve para compartir mis reflexiones y expresar mejor las ideas". Intérpretes vocales, instrumentistas, bailarinas incluso y más recientemente el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, son los objetivos e inspiraciones del escultor en estas obras. Puede sentirse la vibración distintiva que alienta al escultor y para quienes comparten esos gustos musicales, cada una de éstas obras sintetiza al personaje o al motivo que la inspira.


"DOREMI" es una de sus primeras esculturas. En ésta pieza están presentes otros elementos claves de su lenguaje: los filamentos o capilares, las esferas y el acabado logrado con aceleradores de oxidación. Archivo personal.


"Una Nota para John Lennon", es una de las primeras piezas tridimensionales de Daniel Suárez, realizada a inicios de los '90 posee la huella de sus obras de la década del '70. Archivo personal.


"El Cuarteto", de Daniel Suárez, obra en madera que sugiere un homenaje a The Beatles. Archivo personal.


"A Hendrix", escultura de Madera del año 2004 de Daniel Suárez.


"A María Callas", de Daniel Suárez, quien manifestó la gravedad expresiva del personaje a través de un frágil balance entre formas orgánicas y geometría purista. Archivo personal.


"Tenor", obra en bronce de Daniel Suárez, año 2005. Foto Kairo. Archivo personal.


"Do Sostenido" escultura en madera de Daniel Suárez, año 2004. Foto Kairo. Archivo personal.



"Una Flor para Billie Holliday", de Daniel Suárez, realizada en madera, con las siguientes medidas: 155 x 116 x 40 cmts. Foto Kasiro. Archivo personal.


LOS CAPILARES O FILAMENTOS

En la obra escultórica de Daniel Suárez este elemento compositivo es muy característico y personal. Realizados con cabillas cortadas uniformemente, algunas veces onduladas pero la mayoría de ocasiones presentadas 
rectas, de forma serializada y en conjunto, aunque apuntando en múltiples direcciones. De acuerdo al artista: "Cumplen dos funciones: generan movimiento y dinamismo al conjunto, brindando además un efecto de desvanecimiento del peso, de la densidad volumétrica del conjunto, incluso en piezas como Ascención están a cargo de sostener las secciones voluminosas, generando el efecto de volatibilidad que perseguía el creador. La otra función de los capilares o filamentos es lograr la transparencia como valor plástico, matizando entre la densidad del volumen plano y el vacío de los surcos y cortes que integran la composición. Son funciones concomitantes que permiten la alquimia de hacer que el pesado hierro flote, gire, se abra, permitiendo al ojo escarbar en su hermetismo".

Detalle de su pintura "Pasado y Presente", anterior al inicio de su faceta escultórica. Nótese la presencia de los capilares o filamentos retratados con plantillas sobre el lienzo, anticipando su impronta en la obra escultórica posterior. Archivo personal.

En "Ascención" del año 2008, puede apreciarse uno de los usos que tienen los capilares en la obra de Daniel Suárez: restar densidad a la materia para contrastar con la robustez del volumen, un efecto hecho con la maestría de quien conoce las cualidades del hierro, tomando en cuenta la escala real de esta pieza: 200 x 60 x 50 cmts. de altura.
Archivo personal.


Detalle de "Punto G", obra de Daniel Suárez en la que se aprecia el valor compositivo de los capilares, en especial en las obras con carácter orgánico, a las cuales brindan una familiaridad con el reino vegetal. Archivo personal.

LOS ÓVALOS Y CÍRCULOS

Son las figuras geométricas más recurrentes en la obra de Daniel Suárez, desde simples contornos, hasta esferas con todos sus 360 grados, están presentes en casi toda su obra pictórica y escultórica siendo explorada por el artista al máximo de su riqueza conceptual y plástica. Sobre su significado el artista comenta: "valoro del círculo, la esfera y los óvalos su sentido de universalidad, de integración, de totalidad, que me permiten enmarcar los otros elementos compositivos que invoco en mis obras. Pero más allá de instrumentalizarlo como un recurso formal, con estas figuras geométricas también aprovecho de hablarle al inconciente colectivo, a la percepción arquetipal del espectador, para decirle que como artista estoy con el, que estamos juntos en esta realidad y que compartimos muchas cosas comunes, aunque no lo sabemos pero sí lo sentimos". 


"Puntos Flotantes IV", del año 68, es su experimentación con los principios del Op Art que prefigura muchas de las características más representativas del lenguaje plástico de Daniel Suárez. Está presente la  geometría con el óvalo y las esferas, el soporte revelándose contra la bidimensionalidad de la pared, en este caso peculiar destaca la solución angular sobre planos, el hierro está presente en los clavos que brindan el efecto flotante con sus cabezales pintadas en blanco. Foto Kairo. Archivo personal.

"Transparencia Celular", obra de 1975 de Daniel Suárez es una pieza cuyo soporte de conglomerado de madera es totalmente circular y además convexo. Refleja su especial interés en la circunferencia como hábitat ideal para concentrar la diversidad, círculos dentro de círculos, regulares e irregulares, traslúcidos y multicolores.
 Archivo personal.


Un óvalo transparentando el centro de esta composición de Daniel Suárez de la década de los '70.
Archivo personal.

Pieza de Daniel Suárez de la década de los '80, con su transparencia circular en el centro de la composición, pero otros elementos circulares interactuando. Nótese la riqueza compositiva en los círculos que son surcos en el soporte realizados con palas y los otros círculos pintados como transparencias blancuzcas que contrastan con el círculo central de contorno azul. Archivo personal.


"Y Sin embargo se mueve. Homenaje a Galileo Galilei", obra del año 2005 de Daniel Suárez, antes de su instalación en su sitio actual, a la entrada de un edificio en la calle Nueva York de Las Mercedes. Archivo personal.

"Óvalo en verde", obra de Daniel Suárez hecha de hierro en acrílicio automotriz que simplifica su búsqueda formal como artista. Archivo personal.

 
LA INFANCIA

Aun cuando la escultura de Daniel Suárez es tributaria del abstraccionismo, no es ajena a temas personales tratados con pleno dominio de los principios de este movimiento, aunque sin dogmatismos formalistas. Como lo aclara el propio artista: "Más que semblanzas de memorias, estas piezas reflejan mi necesidad de explorar mis posibilidades técnicas y recursos creativos para representar un estímulo que, impreso como huella en algún momento de mi vida, pivoteó mi interés plástico hasta crecer conmigo para convertirse en una idea, en un propósito". De modo que no se trata de vanalidades, sino de una fenomenología cargada de sentido para su visión como creador. La realización de estas piezas estrecha el tiempo que separa el momento en que se experimentó el acontecimiento, y el presente cuando posee las herramientas y cualidades para expresar lo que en aquel entonces se sembró en su conciencia hasta madurar como obra. Es decir, que las obras que surgen como inspiración de un hecho o un personaje, son de una materia distinta a las que se presentan como mero ejercicio del oficio creador, porque guardan un significado preñado de contenidos íntimos. Curiosamente son éstas piezas con las que la gente más se conecta, como si entendieran que el autor les habla desde un espacio de empatía, de vulnerabilidad.

"Recuerdos de mi infancia", de Daniel Suárez, año 2008. Foto Kairo. Archivo personal.

EL LEGADO AMERINDIO

En la obra de Daniel Suárez, bien sea como motivo o como una codificación estética subyacente, está presente el tema de su origen étnico. Como hombre andino, Suárez reconoce su parentesco con las culturas amerindias de Los Andes, a quienes les guarda su admiración y curiosidad, extendiéndola al espectro global de los pueblos originarios del continente. El artista ha estudiado su acervo histórico, cultural y estético desde hace varias décadas. Un ejemplo a la mano es su admiración a la literatura oral Warao, la cual le sirvió de inspiración en la década de los '80, cuando usó muchos de los vocablos o expresiones Warao para titular numerosas obras. Fue una iniciativa que convirtió en hábito hasta la actualidad. Pero la influencia amerindia también está presente en un nivel más profundo, pues el manejo de algunos elementos compositivos y su tratamiento del volumen guardan una íntima relación con el que se puede apreciar en la arquitectura de los pueblos incaicos y preincaicos, por ejemplo. Comenta el artista: "Me estimula la estética de los pueblos indígenas; en su cestería, en su alfarería, en aquellas edificaciones que persisten y en su manejo de la geometría en general, me reconozco y los siento como parte de una herencia de la cual yo formo parte". 

"Ches", obra de Daniel Suárez donada a la UCAB en 2017, su nombre significa Sol en lengua Mariche, pueblo muy antigüo emparentado con los Caribe. Archivo personal.








MÁS POPULARES

Imagen

Década de los 80

Imagen

Inicios

Imagen

Década de los 60

Imagen

Década de 2020