De si mismo. "La Persistencia del Origen"
En las artes plásticas, como en la vida, todo esfuerzo de superación es un reencuentro con el origen. La verdad es que nunca nos alejamos del crisol primigenio que templó nuestra conciencia, nuestra voluntad.
Como artista, Dios
me concedió la dicha de poder manifestar esa voluntad experimentando con la belleza
de las formas. Para ello elegí como lenguaje a la abstracción, porque la
interpretación estilizada de la naturaleza me permite tratar los asuntos
trascendentales que me interesan en un plano en el que su esencia universal
habla por sí sola.
Pero las artes
plásticas es una más entre las infinitas escalas a través de las cuales
persistentemente se proyecta nuestro origen. Baste con que cualquiera de
nosotros reconozca aquella instancia de la vida en la que se presenta ese saber-hacer-bien, es decir ese arte, que le distingue de los demás.
Considero que debemos
ser consecuentes con esta conciencia sobre aquello que nos motiva, que nos
impulsa, que nos inquieta, porque es parte de nuestra identidad, de ese estado
mental y espiritual en el que realmente somos auténticos.
Y aunque parezca
paradójico, comprender nuestro origen y lo que nos hace auténticos ante el
mundo nos eleva por encima de la dialéctica, de la ilusión de los opuestos para
aceptar que somos unidad en la diversidad y que el universo se manifiesta en
nuestro quehacer, es decir en nuestro arte.
Daniel Suárez, a propósito de su exposición antológica "La Persistencia del Origen", Caracas, 2016.